martes, 7 de abril de 2015

SER CONSTANTES...

En la vida de este hombre, todo parecía ir sobre ruedas hasta que de pronto un día se encontró con un gran obstáculo, su mayor proyecto se estaba desvaneciendo ante sus ojos. Había buscado incansablemente la forma de construir un filamento capaz de generar una luz incandescente, pero que al mismo tiempo resistiera la fuerza de la energía que lo encendía.
Pero no había manera de encontrar lo que buscaba.

 Los que financiaban sus proyectos estaban impacientes, sus competidores parecían acercarse a la solución antes que él, y hasta sus colaboradores se encontraban desesperanzados. 
 Después de tres años de intenso trabajo uno de ellos le dijo: "Thomas, abandona este proyecto, ya llevamos mas de tres años, lo hemos intentado en mas de dos mil formas distintas y solo conocemos el fracaso en cada intento"
 
 La respuesta no se hizo esperar y se dirigió a él con la misma vehemencia que su madre había tenido unos 25 años atrás: "No sé que entiendes tu por fracaso, pero de algo si estoy seguro, y es que en todo este tiempo aprendí que antes de pensar en dos mil fracasos he descubierto mas de dos mil maneras de no hacer este filamento y eso me da la pauta de que estoy encaminado". Pocos meses después iluminó toda una calle utilizando la luz eléctrica.

Su nombre fue Thomas Edison, una persona que sabía que es posible vivir de Gloria en Gloria, y que aun en las tormentas más fuertes de la vida, supo ver el pequeño sendero que lo llevaría al éxito.

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