miércoles, 13 de agosto de 2014

El romance jamás contado, Justicia y el Derecho.

Ella una mujer -sensible-, elegante y bastante alta, su altura le funcionaba a la perfección para vislumbrar las más altas comarcas...era difícil que no admirase el resplandor de un amanecer, cuando despertaba.

-Por su parte jamás imaginaria que en su lucha constante llegaría, a encontrarlo con el filo de su destino,no existe manera de como describirlo físicamente, pero el estaba lleno de ideales, de muchas creencias, tenia una fe inamovible,que en alguna parte de el planeta estaba su gran amor, ´-la justicia-.

mientras en sus transitares constantemente se tropezaba con un sin numero de amoríos de momentos,en distintas ocasiones perdió, la garantía  más no de voluntad de permanencia y uno de aquellos amores, fue la ley, su amante y ferviente enamorada, llena de palabras endulzantes para su oído de el, se cautivo por completo al sentirla, en un torbellino de pasión, comulgando uno con el otro lealtad y fidelidad.

A lo que su ley mantenía ser omnipotente majestad para el sentimiento de el, sólo era parte de un proceso en el que reproducía constantemente, las palabras de su amante y ahora prometida.En que lugar encontraría a la mujer sensible, elegante y bastante alta de la que, más de uno arrodillaba sus deseos, ante lo inmaculado de su estructura.

El destino a lo que llamaban tiempo consolido lo que mundos paralelos separaban por la medición de la velocidad de la luz,-se acercaba el momento en la intersección de perfección-, y de pronto ocurrió y todo cambio,al fin se encontraron justo en el momento que lo decidieron al unir sus energías uno del otro para dar vista a su primera palabra.

Jamas perdiendo la fe de lo que el romance en popa significaría, así que después de ese momento oculto se da el estrecho acercamiento donde se pierde el control y gana la locura.

Apostando la -justicia- todo por el...sin saber como se llamaba realmente su nuevo amante, decidió confiar ciegamente en el, jugando al amor dentro de lo ya parecía una apuesta perdida.

Un estrepitoso momento fue ella en su vida de el, porque apreciaba el nuevo sentimiento que le producía esta mujer cautivante y sensual, sin embargo, considero que su anterior amante le brindaba la seguridad de otorgar sin limites poder, lo cual cautivo su ambición de el.

Sin despedirse dio vuelta después de el fuego apasionado levantado en aquella mañana donde el precedió uno de muchos amaneceres que ella contemplaba a la armonía del canto de los pájaros.

El adiós el viento se lo llevó, sin que ella lograra escucharlo y guardarlo en sus oídos.

Aquel desdichado turista de el amor, regresa arrepentido por lo que dejo, sin mirar atras a lo que iba a ser la fusión mas perfecta entre la -Justicia-, opto por ella, la soberbia y apremiada dama,su nombre la ley.

De aquel amor encendido al cobijo de una noche llena de estrellas, la Justicia lloro en la inmensidad de su propia alma destruida, estrujada, y perdida porque la garantía de su piel había sido transgredida, tan inmunda quedo tras aquel dolor que decidió, arrancarse los ojos para no ver a ningún hombre, que pasaré junto a ella y que con la vulnerabilidad con la que se enamoró y se entregó le sucediera de cuenta nueva.

-Ahí que la justicia es ciega y esta vendada, por el despecho y la falta de tacto de el derecho que al final del día se quedo con la ley, por que la costumbre es mas fuerte y el creyó,que era la manera de equilibrar la vida entre ambos, sin tomar en cuenta que la Justicia es la forma perfecta de el hombre para dar a todos por igual.-

No hay comentarios:

Publicar un comentario